KF-21 y la industria aeroespacial surcoreana: una alternativa emergente con futuro compartido
KF-21 Boramae. Ilustración: KAI
En los últimos meses, el debate sobre las capacidades futuras del Ejército del Aire y del Espacio y de la Armada ha vuelto a tomar protagonismo. La falta de definición clara sobre la incorporación del F-35 durante años, ha devenido finalmente en la negativa del Gobierno a que prospere su adquisición. Todo ello, sumado a las incertidumbres en torno al FCAS, ha despertado el interés por plataformas alternativas. Si ayer, Roberto Escámez nos ilustraba sobre las posibilidades a futuro del caza turco KAAN, de la compañía TAI, hoy queremos hacerle una debida réplica deotro de los -por qué no- aspirantes el hueco que parece dejar el F-35 definitivamente. En efecto, el KF-21 Boramae surcoreano, un caza de generación 4.5+ con aspiraciones de alcanzar el estándar de quinta generación, podría entrar en las quinielas, y vamos a desglosar brevemente los aspectos más relevantes de este ingenio coreano que tantas expectativas acumula en Oriente y Occidente -Polonia-.
El KF-21 Boramae: El salto cualitativo de Corea del Sur
El KF-21, desarrollado por Korea Aerospace Industries (KAI) en colaboración con la Agencia para el Desarrollo de la Defensa (ADD), es el pilar del programa FX-III y un símbolo del auge tecnológico surcoreano en materia de defensa. Diseñado para sustituir a los F-4 Phantom II y F-5, el Boramae apunta a convertirse en un caza multifunción avanzado, que aúna capacidades furtivas y de red, con la vista puesta en futuros desarrollos que lo lleven más allá del actual concepto de 4.5 generación.
Este artículo aborda sus características técnicas clave de manera somera y accesible, el potencial de su industria asociada, y la hipótesis -algo realista, pero sin excesos- de que España explore opciones de colaboración con Corea del Sur, en caso de que se mantenga el veto al F-35 y se agraven los retrasos del FCAS.
KF-21: diseño avanzado con aspiraciones de quinta generación
Aunque el KF-21 no se considera formalmente un caza de quinta generación, incorpora muchas de sus características clave, y está diseñado para poder evolucionar hacia ese estándar en futuras fases; algo que será ineludible si Corea quiere hacer crecer el programa y adentrarse en las próximas décadas en el segmento furtivo para posteriores series, tanto del propio Boramae, como de nuevos cazas.
Diseño furtivo optimizado: el Boramae posee una arquitectura externa familiar en los aviones diseñados para la furtividad, basada en la baja observabilidad, con formas anguladas, tomas de aire ocultas parcialmente y bahías internas de armamento (previstas para la Block III), todo ello diseñado para reducir su firma radar. Aunque actualmente porta armamento en pilones externos, su diseño estructural permitirá su transición una futura a configuración totalmente interna.
Fusión de sensores y aviónica avanzada: el caza incorporará un radar AESA de desarrollo nacional por la empresa Hanwha Systems, junto con un sistema de guerra electrónica avanzado y sensores infrarrojos. La fusión de estos datos ofrecerá al piloto una conciencia situacional comparable a plataformas más avanzadas, con una cabina digital de última generación y pantalla panorámica táctil.
Motorización y autonomía tecnológica: actualmente, el KF-21 vuela con motores General Electric F414, como los utilizados en el F/A-18E/F Super Hornet. Sin embargo, Corea del Sur trabaja activamente en el desarrollo de un motor propio de aquí a la década de 2030, con vistas a lograr plena soberanía tecnológica, al igual que en otros componentes clave del sistema de armas.
Capacidades aire-superficie aceleradas: una de las grandes sorpresas en el programa es la aceleración de sus capacidades aire-superficie. Corea del Sur ha anunciado que estas estarán listas mucho antes de lo previsto, convirtiendo al Boramae en una plataforma verdaderamente polivalente desde sus primeras fases operativas. La capacidad de ataque al suelo, unidoa a la furtividad, lo convertirá en un elemento ofensivo de primer orden, dotándolo de un rol fundamental, similar a lo que el F-35 desempeña en las fuerzas aéreas en que sirve.
Preparado para la guerra en red: el KF-21 está diseñado para operar en red con otras plataformas surcoreanas, incluidos drones como el KUS-FC. Su capacidad de interoperar con sistemas aliados en entornos multidominio debe ser una prioridad, y Corea del Sur dice trabajar para integrarlo en una futura red de combate, y ser interoperable con socios estratégicos en la región, donde la mayoría de ellos -Japón, Australia, Nueva Zelanda, EE.UU. Filipinas…- comparten un poderoso adversario y potencial enemigo: China, y otro acaso igual de perturbador, Corea del Norte.
Corea-Indonesia.Una colaboración en trance de desaparecer, sino lo ha hecho ya.
La industria de defensa surcoreana: tecnología, independencia y exportación
El desarrollo del KF-21 ha implicado a una amplia red de empresas nacionales, un ecosistema amplísimo, fruto, en parte, de las 2 últimas décadas de intenso trabajo en el desarrollo de tecnologías y sinergias de última generación, demostrando así el avance cualitativo de ese hábitat tecnológico de defensa surcoreano.
Korea Aerospace Industries (KAI):Lidera el programa KF-21 y es responsable también del entrenador supersónico T-50 Golden Eagle -otro de los que en su día se contempló como entrenador para el EA, a cambio de los A400M excedentes de la Fuerza Aérea española- y del helicóptero Surion. Su experiencia previa y su capacidad industrial la colocan como una de las firmas aeroespaciales más avanzadas de Asia.
Hanwha Systems y LIG Nex1:Hanwha desarrolla la aviónica, el radar AESA y sistemas de guerra electrónica del Boramae. LIG Nex1, por su parte, está implicada en el desarrollo de armamento guiado de precisión, incluyendo misiles aire-aire y municiones inteligentes que equiparán al KF-21.
Inversión nacional y objetivos de exportación: Corea del Sur busca no sólo cubrir su necesidad nacional de cazas avanzados, sino también posicionarse como exportador. Países como Indonesia, que parece haberse apeado definitivamente del programa (fue socio del mismo al 20%) con la compra del rival turco, el KAAN, o Polonia que ha mostrado especial interés en el aparato, estudiando el KF-21 como complemento a su flota de F-35, por sus menores costes operativos y su flexibilidad estratégica, dan cuenta del interés que el Boramae está despertando fuera de sus fronteras.
España y Corea del Sur: ¿una cooperación aún por explorar?
A pesar de que España y Corea del Sur no han desarrollado hasta ahora proyectos conjuntos en el ámbito aeroespacial, el auge tecnológico de Seúl y el pragmatismo de su política industrial abren la puerta a colaboraciones realistas. Si tomamos en consideración la volatilidad de la situación internacional y la dificultad de sacar adelante costosos programas multinacionales, en relación a la velocidad de concreción que tienen otros proyectos, impulsados por naciones de manera individual, como es el KF-21, ¿por qué las alianzas industriales deberían ceñirse a las fronteras continentales o a las membresías de los clubs donde se paga la cuota? El KF-21 es un sistema extra-OTAN, sí, pero de un estado tecnológicamente muy avanzado, industrialmente capaz y que está demostrando un impulso soberano que deja en evidencia a la mayoría de socios occidentales de la OTAN.
En este escenario, la evaluación del KF-21 por parte de España podría convertirse en un movimiento estratégico inteligente. Las razones podrían ser varias:
Un FCAS incierto: El FCAS sigue avanzando, pero a un ritmo lento y con tensiones constantes entre los socios –Dassault-Trappier-. La incertidumbre sobre su calendario y viabilidad obliga a España a contemplar alternativas si quiere mantener capacidades de superioridad aérea avanzadas en el horizonte de 2040.
Alternativa de segunda línea al F-35: Si la negativa del actual Gobierno español a adquirir el F-35 se mantiene, el KF-21 podría convertirse en una opción intermedia. Sin llegar a ser quinta generación plena, su coste unitario menor y su posibilidad de participación industrial lo hacen atractivo como plataforma puente.
Complemento al Eurofighter: El KF-21 podría jugar un papel de segundo caza dentro del Ejército del Aire y del Espacio, complementando al Eurofighter en misiones de ataque a tierra, interdicción o superioridad aérea en escenarios menos exigentes -por ahora, a la espera de sus evoluciones-, liberando así a la flota principal para tareas prioritarias.
Participación industrial para España: Una eventual colaboración permitiría a empresas como Indra, SENER o Airbus España participar en fases de integración, aviónica o sistemas de misión. Corea del Sur ha demostrado ser un socio fiable y flexible, y su enfoque abierto a la transferencia de tecnología encajaría con los intereses estratégicos españoles.
Un ¿adios? El F-35 se desvanece en España. Foto: Fuerza Aérea Australiana
Armada. Una posible versión naval: un paso más allá
Aunque el KF-21 no está diseñado inicialmente para operaciones navales, algunos analistas han planteado su posible adaptación futura para plataformas CATOBAR.
¿Una solución para la Armada? Aún nos estamos recuperando del tremendo golpe que va a ser la pérdida del ala fina embarcada en la Armada, que, como sabemos, opera el buque LHD Juan Carlos I, con aviones Harrier II en fase avanzada de obsolescencia -2030-. En ausencia del F-35B, y si en el futuro se desarrollase un portaaviones con catapultas, una versión naval del KF-21 podría contemplarse, aunque este camino sería largo, costoso y verdaderamente incierto.
¿Es el desarrollo conjunto como oportunidad estratégica industrial para España?:Si España decidiera apostar por una plataforma CATOBAR a medio plazo, un acuerdo con Corea del Sur para co-desarrollar una versión naval del Boramae sería una apuesta audaz, peligrosa, pero, ¿por qué no?, viable. El refuerzo estructural del tren de aterrizaje, el gancho de detención, el sistema de alas plegables y los ajustes en aviónica navalizada podrían ser desarrollados en cooperación, distribuyendo la carga industrial. No hablamos de un imposible, y aunque tanto España como Corea son legos en esos campos, la sinergias y el presupuesto de ambos países podrían, a buen seguro, dar sus frutos.
Consideraciones finales: ¿una alternativa real o un paso intermedio?
El KF-21 Boramae podría representar una opción potencial para España, si se desea evitar el F-35 sin renunciar completamente a una plataforma de combate avanzada. No es un caza de sexta generación, ni sustituye al FCAS, pero puede actuar como puente estratégico hacia 2040, ofreciendo capacidades creíbles a un coste más manejable y con mayor soberanía tecnológica.
En última instancia, España deberá decidir si quiere seguir dependiendo de proveedores dominantes como Estados Unidos o Francia (Rafale M) o explorar nuevas alianzas tecnológicas con potencias emergentes como Corea del Sur. El KF-21 no es la solución definitiva, pero podría ser una pieza clave en un futuro mosaico de capacidades aéreas y navales más diversificado, resiliente y estratégico. Alejados de los lugares comunes (OTAN, UE), también se pueden encontrar oportunidades, no deberíamos considerar compartimentos estancos las adquisiciones en defensa, menos aún cuando se trata de empresas y países de total credibilidad, seriedad y contrastado liderazgo tecnológico.
Nota del autor: Este artículo considera al KF-21 como una alternativa de medio plazo para España, en caso de mantenerse la negativa al F-35 o si el FCAS se ve comprometido. No reemplaza a un caza de sexta generación, pero sí podría integrarse como solución interina con valor estratégico e industrial.
Jorge Estévez-Bujez
defensayseguridad.es
2 respuestas
Lo que se debe hacer es llegar a un acuerdo con KAI para el estudio de un diseño de este avión En una versión VSTOL y tratar de producirla y se podría evitar la desaparición del Ala Fija Embarcada y su construcción en una fábrica acá en España y ver si puede ser útil para el relevo del F18 o de ampliar las unidades con KF21 hasta la llegada del FCAS que viendo como están las cosas es casi seguro que no llegará y pedirle a los partidos de izquierda que se dejen de chorradas y aprueben de una vez la ampliación del presupuesto de defensa y basta todo eso de OTAN no ya que por la posición geográfica de nuestro país es conveniente tener una fuerzas armadas lo suficiente bien preparadas y equipadas lo demás son puras tonterías
Los presupuestos, muy probablemente, no se van a aprobar en lo que resta de legislatura. Todo gasto en defensa se hará, por tanto, con base en las cuentas de años anteriores sumando los consabidos decretazos. Resultado: cero planificación.