Irlanda entre MRV (Multirol Vessel) y la fragata: ¿una oportunidad para la corbeta de Navantia y la proyección hacia una marina ligera?
Parece que estamos ante un cambio de rumbo del «conservador» proyecto naval irlandés -que abandona la idea original de un buque multifunción (MRV), para optar por un buque de combate multipropósito- abre un espacio inédito para que astilleros internacionales ofrezcan alternativas creíbles que conjuguen combate, vigilancia y flexibilidad logística, en términos contenidos, porque no estaremos hablando de fragatas ni algo superior, pero creíbles. Así, al menos, informan desde navylookout.com . Y pocas cosas son más creíbles y capaces, con arreglo a su tamaño y peso, que una corbeta bien dotada. Así las cosas, y si se concretan las ganas de crecer del estamento naval irlandés, creemos que no debería descartarse que Navantia, con su línea Avante / Avante 2200, presentara una oferta atractiva adaptada a las exigencias presupuestarias y operativas de Dublín.
Patrullero Le Roisin P-51. Foto: Servicio Naval Irlandés
El extraño contexto irlandés: neutralidad, soberanía marítima y límites estructurales
Irlanda no posee una marina de guerra tradicional, sino un Naval Service (Servicio Naval Irlandés) subordinado, como el resto de armas, a las fuerzas de defensa del Estado. Su mandato histórico ha sido el control del espacio marítimo (especialmente las aguas territoriales y la zona económica exclusiva), vigilancia costera, control pesquero, lucha contra el contrabando y el narcotráfico, misiones de búsqueda y rescate, y contribuciones limitadas a contenidas operaciones internacionales; en definitiva, una policía naval o un servicio de aduanas: lo que significa ámbito doméstico, poca o nula pegada, escaso material y menos proyección; poco más que éso.
Sin embargo, los tiempos cambian y Dublín quiere cambiar con ellos: por ello ha mostrado signos de inquietud creciente frente al aumento de actividad naval rusa en el Atlántico Norte, la tensión sobre los cables submarinos de comunicaciones (para saber más: https://www.youtube.com/watch?v=eRpUMmohAy8) y la amenaza asimétrica submarina. Con esas mimbres, los oficiales del Servicio Naval opinan que un MRV puro -diseñado para logística, labores de guardacostas, asistencia humanitaria y transporte- podría quedarse corto operacionalmente. El paso a un concepto MRCV (Buque de Combate Multimisión) viene a decir que Irlanda busca una plataforma con capacidad de vigilancia, autodefensa y compatibilidad operativa con socios europeos.
Cabe subrayar, además, que Irlanda participa como observador en el programa European Patrol Corvette (EPC), junto con otros países del bloque (Italia, Francia, España, Grecia, Noruega). Ese proyecto, como saben nuestros lectores, quiere definir una corbeta modular de entorno a 100 metros de eslora y unas 3.000 toneladas para patrulla avanzada o combate, porque son varias las opciones sobre la mesa para los países participantes. El hecho de que Irlanda participe en los estudios preliminares sugiera que Dublín querría anticiparse y asegurar que, en caso de decantarse por las EPC, el material sería, de ese modo, compatible con los estándares europeos-OTAN.
No obstante, y aunque la intención parece ir por esos derroteros, existen problemas que abordar antes de embarcarse en algo así: el principal escollo del Servicio Naval sigue siendo la escasez de personal: Irlanda ha tenido problemas crónicos en reclutamiento, de retención de técnicos especializados y de mantenimiento de dotaciones operativas. Esta limitación, de corte estructural, condicionará fuertemente cualquier programa naval ambicioso.
El diseño Avante 2200 de Navantia: ficha técnica y capacidades
Si bien Navantia es parte en el proyecto EPC, ello no debería ser óbice para ofrecer su promocionado su diseño Avante 2200 como plataforma multipropósito de combate. Adquiridas por Arabia Saudí, con entregas ya en curso y una nueva fase iniciada recientemente, podrían responder perfectamente a las necesidades y requerimientos irlandeses.
Especificaciones destacadas de las Avante saudíes:
- Eslora: 104 m; manga: 14 m
- Desplazamiento completo: 2.400–2.500 toneladas aprox.
- Tripulación + embarque de otro personal: 100 personas
- Propulsión: motores diésel, cajas reductoras RENK
- Velocidad máxima: 24–27 nudos según configuración
- Sistemas: sistema de combate Hazem, Hermesys, puente MINERVA, dirección de tiro DORNA, gestión Catiz
- Capacidades: vigilancia marítima, guerra antiaérea ligera, antisuperficie, antisubmarina modular, guerra electrónica, compatibilidad con drones/módulos de misión
- Producción: construcción en España y ensamblaje local en Arabia Saudí (SAMINavantia)
Este perfil es sin duda atractivo para quienes no pueden permitirse fragatas de escala completa, pero desean capacidades de combate creíbles. Para Irlanda, el salto desde OPV hasta unidades de 2.500 t con argumentos de combate real, sería una transformación radical, pero realista frente a opciones más ambiciosas.
Avante 2200 de la Marina Real Saudí
Comparación con la opción Tipo 31 / Arrowhead 140
En la británica navylookout.com, como es natural, «ofertan» producto patrio: el Arrowhead 140 o su derivado, la fragata Tipo 31 británica. Esta plataforma ronda las 5.700 toneladas, muy superior a lo pretendido por Irlanda y un navío que impondría exigencias de infraestructura, tripulación y logística superiores.
Frente a ella, la Avante 2200 representa una alternativa más liviana, adaptada a los recursos irlandeses. En un escenario razonable, Irlanda podría optar por una variante reducida de Avante con menor carga de sistemas ofensivos, pero manteniendo vigilancia, ASW básica y autodefensa.
Industria local y posibilidad de colaboración
Irlanda no cuenta con una gran industria naval, pero sí con empresas de tecnología marina, electrónica o fibra óptica submarina. Una licitación con cláusulas de transferencia tecnológica podría permitir que parte del proyecto se integre localmente.
Navantia podría construir bloques principales en España, pero integrar sistemas o realizar finalización en territorio irlandés con socios locales, apoyando el desarrollo de una capacidad naval sostenible y generadora de empleo.
Como en todo, los riesgos están ahí: formar personal de las dotaciones, modernizar astilleros locales, favorecer el mantenimiento por medios propios, impulsar la industria auxiliar…
El paso de patrulleros OPV a buques multipropósito tamaño corbeta dice que Irlanda reconoce que sus aguas y activos ya no pueden protegerse solo con patrulleros, ni confiar la responsabilidad a la ayuda informal de terceros. Una corbeta Avante 2200, ajustada a sus necesidades, representaría una opción intermedia equilibrada entre lo que se ambiciona y lo que se puede sostener.
Redacción
defensayseguridad.es