Argentina: Nuevos materiales largo tiempo esperados
Argentina ha dado un paso significativo en la modernización de su Ejército con la firma de una Carta de Aceptación (LOA) entre el ministro de defensa, Luis Petri y su contraparte estadounidense, Pete Hegseth. El acuerdo incluye la entrega inicial de 8 vehículos 8×8 Stryker M1126, con una proyección total de 209 unidades en 11 variantes y un presupuesto global aproximado de 320 millones de dólares, aprobado en el Presupuesto de 2024.
Stryker 8×8, probado vehículo de combate que pronto estará en tierras argentinas
Inversión y fases del programa
El monto de 320 millones cubrirá las etapas de adquisición, logística, repuestos y soporte técnico. La primera entrega piloto de 8 unidades comenzará a fines de 2025 o principios de 2026, seguida por lotes sucesivos hasta completar todas las variantes planificadas: transporte, IFV con cañón de 30 mm, cazatanques, ambulancias, mando, recuperación y vehículos de ingeniería.
Además de este programa, Argentina tiene en mente otros proyectos estratégicos en curso, como la vital modernización del TAM (Tanque Argentino Medio).
El Ejército ya inició la transformación de su flota de tanques TAM con las versiones 2C-A2, incorporando sistemas de puntería digital y visión todo tiempo. El primer escuadrón (10 unidades) fue entregado en diciembre de 2024, y se espera que más lotes estén operativos entre 2026 y 2027.
Proyecto VCBR (Vehículo de Combate Blindado a Rueda)
Antes de optar por el Stryker, el Ejército evaluó otras plataformas, incluyendo el Guaraní brasileño (6×6), pero la falta de financiación y la grave crisis del país frenaron la compra de 156 unidades. Además de la adquisición, se está reforzando la formación de personal, con inspecciones, cursos y pruebas tanto en EE.UU. como en Argentina, para integrar los Stryker en la doctrina táctica nacional, lo que representa un duro trabajo aún por delante para una fuerza blindada largamente maltrecha y carente de medios punteros teconológicamente.
Puede decirse que este esfuerzo representa un salto tecnológico que estrecha interdependencia geopolítica en línea con la diplomacia impuesta por el Gobierno del presidente Milei. Además de los tanques modernizados y los nuevos blindados, Argentina avanzó en la adquisición de 24 cazas F‑16 a Dinamarca. Según Petri, se busca “fortalecer la alianza estratégica con EE.UU.” y “recuperar capacidades esenciales de movilidad, protección y despliegue rápido”.
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