Robles advierte que la industria europea de defensa no puede absorber un gasto del 5 % del PIB
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha subrayado este miércoles las limitaciones estructurales de la industria europea de defensa para asumir un gasto militar equivalente al 5 % del Producto Interior Bruto (PIB), una cifra que algunos sectores consideran deseable en el actual contexto de inestabilidad internacional, pero que, a la vista está, no resultará en modo alguno sencillo para la mayoría de estados de la Alianza . Durante su intervención en el Foro del Cercle d’Economia en Barcelona, Robles defendió el incremento progresivo del presupuesto español en materia de defensa, pero alertó sobre los riesgos de fijar objetivos de inversión que exceden la capacidad real del tejido industrial del continente.
Instalaciones de la empresa Urovesa. foto-iaki
“Aunque tuviéramos los miles de millones que quisiéramos, la industria europea no tiene capacidad de absorber ese nivel de gasto”, afirmó la titular de Defensa ante un auditorio compuesto por empresarios, analistas y representantes institucionales. En este sentido, reconoció que ,si bien Europa está avanzando en el refuerzo de sus capacidades estratégicas, aún «queda mucho camino por recorrer para estar al nivel de la industria estadounidense«, especialmente en materia de autonomía tecnológica, producción de sistemas de armas avanzados y sostenimiento logístico; es decir, en casi toda la materia de interés, excepción hecha, quizás, del diseño de sistemas, poco más.
Y es que, actualmente, los países de la Unión Europea destinan de media alrededor del 2,1 % del PIB a la defensa, cifra que continúa por debajo de las metas recomendadas por la OTAN y del esfuerzo realizado por potencias como Estados Unidos, que ya supera el 3,5 %. Robles insistió en que España está comprometida con sus responsabilidades internacionales, pero descartó que sea viable -ni deseable¿?- fijar un objetivo del 5 % como estándar.
La ministra puntualizó, en clave más de justificación ante una parte de su electorado, que el aumento del gasto militar en España no se está produciendo a costa del gasto social, sino en paralelo a políticas de cohesión y modernización. En su intervención, destacó también el papel creciente de la industria nacional como motor de innovación, empleo y tecnología dual, aunque reconoció que el país aún depende en buena medida de socios internacionales para ciertas capacidades críticas.
Robles rememoró la situación en la que se encontraba el Ministerio cuando asumió la cartera en 2018. “No había munición (no lo dudamos), ni fragatas (el programa de las F-110, hasta donde sabemos, arrancó con unos primeros bocetos allá por 2004 y, en 2011, Indra y Navantia comenzaron el desarrollo del mástil integrado), ni submarinos (en 2018 había 2 submarinos en la Armada: Galerna y Tramontana, de la serie S-70, y el S-80 estaba en construcción desde 2004, en 2013 ya se había contratado a Electric Boat para arreglar los problemas que presentó el diseño del S-80), ni carros de combate en desarrollo (en la actualidad, excepción hecha del Programa Marte, que no está sino en sus comienzos, tampoco hay ningún desarrollo de carro de combate en España)”, afirmó, en referencia al estado de obsolescencia y abandono de numerosos programas estratégicos. Desde entonces, cierto es, el Ejecutivo ha impulsado proyectos emblemáticos como la construcción de la fragata F-110, el submarino S-80, el vehículo de combate VCR8×8 Dragón y el programa conjunto europeo NGWS/FCAS para el futuro sistema de combate aéreo.
La ministra advirtió también sobre el desequilibrio existente entre los países europeos. Mientras que Francia, Alemania, Italia o Polonia han desarrollado conglomerados industriales robustos, otros Estados miembros carecen de la infraestructura necesaria para sostener un esfuerzo militar sostenido a gran escala. Este desfase impide, en su opinión, avanzar hacia una autonomía estratégica real sin un marco de cooperación reforzada. Un llamamiento claro, de nuevo, a la concentración de empresas para ganar peso y tamaño en el contexto europeo (la búsqueda del Campeón Nacional -Indra-).
En un contexto internacional por todos conocido, agitado, cuando menos, y marcado por el conflicto en Ucrania, las tensiones en el Mediterráneo Oriental, las incursiones de drones y aeronaves en el espacio aéreo de la Alianza y la creciente amenaza híbrida en el ciberespacio, Robles reiteró la necesidad de dotar a Europa de una defensa común eficaz, pero basada en parámetros realistas y sostenibles. “La seguridad no puede improvisarse, pero tampoco puede imponerse a base de cifras irreales”, concluyó.
Redacción
defensayseguridad.es