GDELS Santa Bárbara no se rinde

La competencia industrial parece haber desatado los fuegos de la revancha en España, y General Dynamics European Land Systems (GDELS), propietaria de Santa Bárbara Sistemas, ha decidido mover ficha con fuerza en el tablero de la defensa española. La compañía, como ya venimos informando en DYS, ha ofrecido su tecnología para el programa del obús autopropulsado de cadenas (ATP Cadenas) y ha reivindicado su capacidad para desarrollar el sistema íntegramente en territorio nacional, con participación directa del tejido industrial español, incluidas pymes y centros ya activos en Sevilla, Asturias y Madrid.
Esta iniciativa desafía directamente a la UTE liderada por Indra, que ya ha recibido del Gobierno préstamos millonarios para liderar este y otros programas estratégicos. La propuesta de GDELS se apoya en dos argumentos clave: contar con tecnología lista para su implementación inmediata y asegurar propiedad intelectual europea, todo ello con fabricación y mano de obra locales. Además, ha mostrado voluntad de negociar con Indra un plan conjunto para evitar recurrir a soluciones externas al ámbito europeo y atlántico.
El contexto, sin embargo, es complejo. GDELS busca ganar terreno en un entorno donde la interlocución con el Gobierno y el acceso a la financiación pública ya parecen inclinados hacia otros actores. La pregunta de fondo es si esta ofensiva tardía será suficiente para alterar un equilibrio que, a ojos de muchos, ya parecía definido.
La empresa insiste en que su propuesta es más sólida técnica y operativamente, y que puede empezar a ejecutarse sin necesidad de desarrollos adicionales. Pero la cuestión clave no es solo cumplir los requisitos del Ministerio de Defensa, sino demostrar que detrás de la oferta hay un ecosistema industrial español capaz de sostener el programa con continuidad, eficiencia y proyección internacional.
La apuesta de GDELS tiene sentido en términos de soberanía tecnológica y de refuerzo del tejido nacional. Sin embargo, para que no quede en un mero gesto o una respuesta reactiva, necesita materializarse con rapidez, capacidad de integración y una visión clara de largo plazo. Si logra posicionarse no sólo como proveedor, sino como catalizador de una industria de defensa nacional más sólida, la jugada habrá merecido la pena. Si no, quedará como un movimiento simbólico en una partida donde otros ya llevan ventaja. Los competidores parecen tener la mano ganada, y no será fácil un cambio de roles.
Al final, la cuestión no es solo si servirá de algo. Es si llega a tiempo, y todo parece indicar que no.
Redacción
defensayseguridad.es


2 respuestas
Hacen bien no rendirse. Tienen una solución que en parte es española y es una de las mejores (me refiero al ASCOD que sirve de base para el vehículo del Némesis).
Además, tienen el Piranha 10×10. Personalmente, me encanta esta solución como complemento al resto de los vehículos de artillería de 155 mm. Nos ofrece justo lo que ahora mismo no cubrimos bien (tenemos con los M109 que se estaban modernizando orugas, pero de corto alcance debido a la longitud de su tubo; y tenemos con los SIAC ruedas de largo alcance, con mucha rapidez de despliegue y repliegue, pero no tanto como una pieza autopropulsada). Para empezar por algo, el Piranha 10×10 con torre AGM sería perfecto, en mi humilde opinión.
Ahora bien, para una docena o a lo sumo veintena de unidades, el Piranha 10×10 no creo que se produciría en Santa Bárbara. Vendría de Suiza. Es decir, aquí los retornos industriales serían mínimos.
Dicho esto, yo creo que el Piranha 10×10 puede tener otras aplicaciones muy interesantes. Y ahí, con visión, se podrían pedir más unidades y exigir el ensamblaje en España. Me refiero a sistemas artilleros antiáereos, por ejemplo, para acompañar a los Dragones, con una movilidad similar, cosa que no daría una solución sobre camión. Escribano presentó recientemente una solución artillera antidron montada en un camión. El alcance de estos sistemas es limitado, por lo que debería tener la misma movilidad que las unidades a las que protege.
El Némesis tendría la ventaja de que, siendo un vehículo sobre orugas, es aerotransportable. Y si se pensase en dotar a la Infantería de Marina con algunas unidades (o simplemente pretender desembarcar en una playa), sus orugas unidas al relativamente bajo peso (en comparación con un PzH 2000 o un K9) son una ventaja, tanto para llevarlo en un lanchón o aerodeslizador, como para moverse por la playa y coneguir salir de ella sin atollarse.
Por contra, sólo lleva 30 rondas. En comparación, el PzH 2000 lleva 60, el doble. Cierto que el PzH 2000 requiere de al menos tres tripulantes y que el Némesis puede operarse con uno (o incluso ninguno). Pero una menor automatización también tiene sus ventajas (menos puntos de fallos).
En contraste, el K9 lleva 48 (siempre y cuando la última versión, ya automatizada, mantenga esa cifra).
Quiero decir que un PzH 2000 en vez de un Némesis tiene sentido. También podemos decir lo contrario. Y también podemos pensar en que lo óptimo sería tener ambos tipos.
El chasis del Némesis es español, de Santa Bárbara. Punto aquí para este sistema.
El chasis del PzH es un Leopardo e Indra, ansiosa de darle contenido a su división de caucho, barro y grasa, podría llegar a un acuerdo para ensamblaro y fabricarlo parcialmente en Asturias. Punto aquí por este dato.
Nos queda la solución sobre ruedas:
El Piranha 10×10 se haría en Suiza, salvo que hubiese una visión de adquirir más unidades para otros sistemas. No parece que sea el caso.
Sobre camión, la torreta AGM (que es la misma que la del Piranha y la del Némesis) vendría de Alemania, seguramente. Quiero decir que aquí, sobre camión, GDELS no aporta nada.
Y considerando todo esto, puede tener sentido que Indra-Escribano lideren los sistemas ATP, sobre ruedas y orugas, incluso aunque se acabe eligiendo el Némesis (o una solución mixta de PzH 2000 y Némesis). Bajo este supuesto, GDELS trabajaría, en las partes que le tocaría, como subcontratista (cosa que no les hace ilusión, evidentemente, pero que se darían igualmente con un canto en los dientes).
Quiero decir con esto que no tengo claro que la elección de Indra-Escribano implique automáticamente que la solución va a ser el K9. Podría ser que sí, aunque podría ser que no.
Una cosa buena de esa incertidumbre es que se deja la puerta abierta a la negociación con los fabricantes. Con alternativas en la mano, se tiene más poder para negociar. Este poder se habría perdido si se hubiese elegido a GDELS como contratista principal porque en ese caso ya nos habríamos decantado de antemano por una solución.
Así como la versión sobre ruedas no me gusta nada, por la plataforma. La NEMESiS por logística y la torre que creo que es de lo mejor. Estoy con Víctor, en que confío que en qué se pueda llegar acuerdo entre Indra y GDELS.