Muchas carambolas. Sea Gripen: la antigua opción que Suecia podría volver a poner sobre la mesa del FCAS.
En los márgenes del debate cada vez más tenso sobre el futuro del FCAS tras las divergencias entre Francia y Alemania, conviene recordar una propuesta que, si bien fue concebida hace más de una década y ya quedó congelada en los archivos de Saab, podría hoy, por qué no, ofrecer una inesperada salida de emergencia a una cuestión que preocupa —y mucho— en España: la necesidad de una versión naval del futuro caza europeo -llámese FCAS o como termine nombrándose tras lo que está por venir-.
Fue Roberto Escámez quien me puso tras la pista ayer tarde, mientras repasábamos la actualidad del día: el Sea Gripen, la variante embarcada del Gripen que Saab presentó en sociedad a principios de la pasada década, diseñada con criterios estrictamente operativos para ser compatible con todas las plataformas aeronavales. El concepto nació con India como cliente potencial y con Brasil como alternativa periférica, en el contexto de una pujante industria naval y de defensa en ambos países. No es ningún secreto, y todos los hitos disponibles del caza pueden consultarse en la propia web de Saab.
El proyecto, detallado y finalizado en 2012 por equipos conjuntos sueco-británicos, logró integrar la lógica de un caza ligero, polivalente y barato en un marco típicamente reservado a plataformas más pesadas y complejas como el Rafale M, el F/A-18E/F o el F-35C.
Saab, que, como decimos, aún conserva la escasa documentación técnica en su página web, defendía entonces que el Sea Gripen cumplía 7 de los 10 requisitos críticos para aeronaves embarcadas, con un diseño optimizado para aterrizajes de alta precisión, robustez estructural frente al ambiente corrosivo del mar, y una logística embarcada notablemente inferior a la de sus competidores. Todo ello, en un paquete económico con un coste operativo por hora de vuelo de apenas 4.000 dólares (en su día), y con un sistema de mantenimiento diseñado para operar con escasos recursos en condiciones adversas.
Hoy, esta plataforma rescatada de los cajones de Linköping y Londres podría adquirir un nuevo valor si se confirma lo que ya es más que un rumor en toda regla: que Francia podría abandonar el programa FCAS, dejando a España sin el único socio que, como ella, exige una versión embarcada del futuro caza europeo. Alemania —como se ha dicho muchas veces— no opera ni tiene intención de operar portaaviones. España sí. Y, si Francia rompe la baraja (o Alemania y España), esa necesidad queda sin respaldo dentro del eje Madrid-Berlín.
En este contexto, no suena descabellado mirar hacia el norte. Suecia, cuyo ingreso en el FCAS lleva meses barajándose como posible reconfiguración del proyecto tras las tensiones internas, no sólo aporta experiencia aeronáutica de primer nivel con Saab, sino que cuenta en su cartera con un programa naval viable, tecnológicamente solvente, modular, interoperable y con espacio de crecimiento: el Sea Gripen.

¿Podría ser esta una base sobre la cual desarrollar una futura versión naval del FCAS, pensada para una hipotética Armada post-Harrier? Desde un punto de vista técnico, el legado del Sea Gripen es claro: su arquitectura, basada en el Gripen NG, ya contemplaba capacidad de supercrucero, sensores avanzados, radar AESA Selex Raven, fusión de sensores y guerra electrónica adaptable. El diseño estaba preparado para evolucionar, y su peso estructural, dimensiones y planta propulsora (GE F414G) son perfectamente compatibles con portaaviones STOBAR, algo que no tendría que ser descartable en una futura reconfiguración del ala embarcada de la Armada, para la que existen multitud de propuestas de todo tipo, desde más LHD, hasta CATOBAR, pasando por los STOVL, como los británicos. Así las cosas, se trata tan sólo de otra opción más.
La comparación con el Rafale M, único caza embarcado europeo operativo en la actualidad, puede ser incómoda pero necesaria: el caza francés es más pesado, más costoso y más exigente en mantenimiento. El Sea Gripen tuvo ya un diseño finalizado, lo que podría suponer una ventaja considerable si se busca una solución a medio plazo para evitar un vacío de capacidades embarcadas.
¿Está España interesada hoy en un Sea Gripen naval? No, al menos no públicamente. Pero si el FCAS se fragmenta y España queda aislada en su necesidad de un caza naval, las opciones se reducen dramáticamente: o negociar con Estados Unidos por un F-35B, que proporcionaría un formidable caza -el mejor disponible-, aunque comprometería toda una línea de independencia industrial, o buscar una base europea sobre la cual reconstruir esa capacidad. Saab tiene los planos listos. Sólo necesita un socio dispuesto a desempolvarlos.
La pregunta ya no es si el Sea Gripen fue una buena idea en su día, sino si puede convertirse en la pieza que falta para evitar que España quede fuera del juego naval en el futuro. En un momento en que los proyectos europeos se tambalean más por razones políticas que técnicas, volver la vista hacia una propuesta sólida, olvidada y pragmática puede no ser una mirada al pasado, sino al único futuro posible.
No lo tomen muy en serio, pero ahí está.
Jorge Estévez-Bujez
defensayaseguridad.es



Un comentario
¿Para qué reinventar la rueda?
El Rafale Marine ya existe y ya ha demostrado poder operar en STOBAR desde un buque de esas características. Las pruebas y posterior adquisición de la India están ahí. Despega en corto con entre 4000 y 6000 kg de carga útil.
En cuanto a costes, teniendo en cuenta, además, lo que un portaaviones STOBAR cuesta ya de por sí adquirir y operar, me parece que la diferencia del coste diferencial del ala fija embarcada se difumina.
El Gripen E naval no existe. Tendría que desarrollarse. Ni la oportunidad en la India le dio el impulso para hacerlo, ¿y ahora vamos a llegar nosotros y para 20 o 30 aviones van a hacer una versión naval?
El Gripen despegaría con menos carga útil que el Rafale: 2000 kg a 3500 kg, según estimaciones. No es muchísimo más barato de adquirir que el Rafale. Supuestamente es notablemente más económico de operar, pero eso habría que verlo. Si fuese cierto, sin exageraciones, muchos más países lo adquirirían.
Ya puestos a desarrollar ex profeso para España (Alemania no lo necesita), ¿por qué no un Eurofighter naval? Su relación empuje-peso es la mejor de los tres, lo cual es importante para despegar en corto con una mayor carga útil. Mejor que el Gripen, en este sentido, seguro. Y bimotor, lo cual en el mar me parece importante. El Rafale Marine lo mejora porque es un avión naval específico, con unas alas plegables mayores, pero la base del Eurofighter para navalizarlo -su relación empuje-peso- para operaciones STOBAR es muy buena. No propongo esto, pero sí lo antepongo al desarrollo de un Sea Gripen, que tampoco existe.
Si me meto en un portaaviones -STOBAR o CATOBAR- quiero un avión a la altura de ese esfuerzo. Ninguno de los tres aviones comentados lo es: son aviones de 4++. Yo no hago un portaaviones para eso.
El Hürjet naval es eventualmente diferente en ese sentido. ¿Por qué, si sería peor caza? Porque no construiría, tampoco, un portaaviones para él, sino que a lo sumo aprovecharía su extremada ligereza para adaptar el diseño de los nuevos LHD. Y tampoco haría una adaptación pensando solo en el Hürjet: la haría pensando en los drones de combate. El Hürjet, con un peso equivalente al de un dron de combate pesado, prácticamente «comería la misma alfalfa» que estos.
Yo, a lo sumo, consturía un portaaviones pensando en el SCAF o en algo como el Kaan (entrando España en el desarrollo). El Kaan al menos tiene el fuselaje de un 5ª.
Construir un STOBAR para operar un avión de 4ª++ no tiene sentido (si es que para nosotros un portaaviones tiene sentido alguno). O STOBAR/CATOBAR para un 5ª, o LHD para drones de combate y caza luego como el Hürjet.
En resumen:
-SCAF o Kaan (entrando España en su desarrollo) en portaaviones CATOBAR.
-O bien Hürjet naval en LHD adaptado para drones de combate.
-Con la opción transitoria, interina, nunca definitiva, de que el Hürjet naval operase en el portaaviones en STOBAR, transformando posteriormente el buque en CATOBAR cuando el SCAF o Kaan naval estuviese disponible.