Cincuenta años surcando la historia: las corbetas Descubierta
Hace ya medio siglo, en 1975, la Armada incorporó a sus filas un buque que marcaría un antes y un después en la defensa naval nacional: la corbeta Descubierta (F-31), cabeza de una clase homónima que, a lo largo de los años, se convertiría en sinónimo de lo versátil y capaz que puede ser un buque de guerra de tamaño tan contenido.

Bella estampa de la Descubierta
Concebidas en plena Guerra Fría, fruto de los Astilleros Bazán (después Izar, ahora Navantia), las corbetas clase Descubierta representaron un salto tecnológico para la Armada, además de una gran oportunidad para operar modernos navíos de muy escaso desplazamiento -apenas 1600 tons a plena carga-, pero poderosamente armados. Capaces de rivalizar con naves mucho más grandes, fueron bien surtidas en sus equipos y sistemas: sonar, radar aéreo y de superficie, equipos de guerra electrónica y, sorprendentemente, con una capacidad de fuego sobresaliente: misiles antibuque, misiles antiaéreos, cañón de 76, dos AA de 40, mortero doble de cohetes ASW, torpedos ASW de 375…
Nuestras «Hormigas Atómicas» cumplieron durante décadas, con una disponibilidad notable y una eficacia sobresaliente. Fueron un pilar eficaz en misiones de escolta, vigilancia y defensa costera. Y también fueron, además, los primeros buques españoles diseñados para incorporar la doctrina de guerra antisubmarina moderna.
La Descubierta y sus hermanas -Cazadora, Diana, Infanta Elena, Infanta Cristina y Vencedora- dejaron surcos imperecederos en la mar de España. Cuando fueron sustituidas y en algunos mentideros de la Armada se escuchó aquello de que, en adelante, todos los buques serían por fin oceánicos, grandes, portentosos, comenzamos a pasar la hoja de la historia donde las Descubierta cubrieron un formidable expediente, pero privadas de continuidad.
Sin la sucesión natural asegurada, y reconvertidas en patrulleros, desmontados los sensores y armamentos principales, las Descubierta aún prestaron servicio. De otra manera, con el temperamento contenido, atado, fue como si les hubieran degradado y condenado a ser demediadas y a morir sin descendencia.

La mayoría nos felicitamos por tenerlas durante algún tiempo más, aunque fuera en roles de patrullaje de altura, pero no disimulamos nuestra decepción por verlas languidecer y apagarse sin que la savia de sus cuadernas renaciera en una serie de renovadas Descubierta. Ahora, tantos años después, la UE descubre la pólvora con las EPC -descafeinadas, según parece, en el caso de España-, y los grandes constructores navales europeos corren a comprarla, como si no hubiera sido una evidencia que las corbetas eran, son y seguirán siendo un buque de innegable utilidad. Una nave rápida, ágil, con posibilidad de configurarla fuertemente armada y sensorizada, con capacidad de muchos días de mar en operaciones, y con argumentos para todos los espectros de la guerra.
En España disponemos de diseños propios, más que probados, eficaces, letales… ahí están las Avante, que tan felices tienen a lo saudíes, que siempre que pueden vienen a por más. Las EPC, más allá de ser un acicate industrial europeo con dinero de Bruselas para despertar el interés de los astilleros, son una buena noticia, sí, pero no para nosotros. No es el producto que haya que buscar fuera, o en colaboración. Otros diseños, otros programas, acaso más ambiciosos y complejos, requieren del esfuerzo y las capacidades de muchos, es innegable… pero no una corbeta. Sobre todo cuando dispones de la experiencia, el saber hacer y hasta los planos.
En cualquier caso, consorcios europeos aparte, estamos en los 50 años de la Descubierta. Y las Descubierta siguen siendo un símbolo de la transición de la Armada hacia la modernidad. Una nave vivaz y equilibrada a un tiempo, desafiante, enrabietada y noble, que se hizo hueco en la LOBA y en los marinos que la sirvieron.
Su aniversario no solo celebra un barco, sino la historia de quienes hicieron de él su hogar y su bandera.
Gracias a la cortesía de @ReinaldoDMM, de Historias de Aviación, por su magnífico dibujo para este artículo
Ebujez
defensayseguridad.es


Un comentario
La falta de un helicóptero con hangar le condicionó bastante. Le hubiera hecho ser similar a las LUPO italianas.