Un solo avión de transporte estratégico para la USAF substituirá al C-5 y al C-17: la vida del Globemaster se extiende hasta 2075

Foto: aerotime.com
La Fuerza Aérea de EE. UU. (USAF) ha trazado un plan de largo alcance para su flota de transporte estratégico que implica dos hechos centrales: primero, la decisión de reemplazar ambas plataformas de gran envergadura actuales —el C-5M Super Galaxy y el C-17A Globemaster III— mediante un único nuevo diseño, denominado por ahora Next-Generation Airlifter (NGAL); segundo, que las aeronaves existentes tendrán que permanecer en servicio durante décadas, hasta 2045 en el caso del C-5M y hasta 2075 en el del C-17A.
Plazo y ritmo de adquisición
airandspaceforces.com informa que, según el memorando de Air Mobility Command (AMC) del 18 de noviembre de 2025, dirigido por el general de brigada David A. Fazenbaker (director de estrategia, planes, requisitos y programas), «las proyecciones actuales de recapitalización requieren que el C-5M sea viable hasta 2045 y que el C-17A lo sea hasta 2075».
El documento señala que, bajo un proceso de adquisición ininterrumpido y con financiación estable, el primer ejemplar del NGAL podría entrar en producción tan pronto como el ejercicio fiscal 2038, con capacidad operativa inicial (IOC) prevista para el 2041.
En virtud de los calendarios, se estima que el reemplazo de la flota se realice a un ritmo de ≈7,4 aviones NGAL al año —un ritmo relativamente bajo en comparación con otros programas de la USAF— para reemplazar las 52 unidades del C-5M y las 222 del C-17A.
Operativa y logística
La ampliación del periodo de servicio del C-17A hasta 2075 plantea desafíos técnicos y logísticos. La USAF acepta que las plataformas deberán mantenerse operativas en un entorno de amenazas más complejo, lo que incluye la posibilidad de aplicar programas de extensión de vida útil (SLEP) y renovaciones de los certificados de tipo militar (MTC) para ambos aparatos.
El NGAL, por su parte, asume el rol de única plataforma estratégica de transporte pesado para reemplazar ambas aeronaves. Ese enfoque de “dos por uno” reduce la variedad de flota, pero exige que la nueva plataforma combine:
- capacidad de carga,
- alcance,
- versatilidad táctica, y
- supervivencia en entornos contestados.
Algunos de los requisitos que se discuten incluyen:
- mayor velocidad y agilidad operativa respecto a los aparatos actuales;
- capacidad para operar desde pistas más cortas o menos preparadas, carga de gran volumen, y tiempos reducidos en tierra en zonas de riesgo;
- sistemas de autoprotección mejorados, teniendo en cuenta amenazas futuras de largo alcance.
El plan también contempla variantes específicas, incluso para operaciones especiales o misiones de reabastecimiento en vuelo, lo que sugiere un esquema de “familia de sistemas” en torno al NGAL, aunque el documento primario se concentra en transporte estratégico.
Contexto y relevancia para Europa y la alianza atlántica

C-5 Galaxy de Lockheed Martin
Para la OTAN y los aliados europeos, el mantenimiento de una capacidad estadounidense de movilidad estratégica robusta tiene implicaciones directas. El transporte aéreo de gran volumen, junto con el apoyo logístico global, es un pilar de la disuasión y de la proyección de fuerzas en escenarios lejanos o compartidos.
La decisión de prolongar hasta 2075 la vida del C-17 indica que EE. UU. reconoce la necesidad de continuidad durante décadas, lo que da espacio a socios para coordinar capacidades complementarias sin depender exclusivamente del relevo inmediato.
Al mismo tiempo, la apuesta por un único nuevo transporte estratégico puede abrir oportunidades de participación industrial, interoperabilidad y planificación conjunta europeo-estadounidense en el diseño, producción y operación de dicha plataforma.
Riesgos y retos para la sostenibilidad de las flotas
Aunque el plan es ambicioso, las condiciones necesarias para alcanzarlo están plagadas de retos, como en cualquier programa de estas dimensiones:
- Financiación sostenida: el documento de la USAF subraya que el calendario de 2038-2041 solo es viable si hay un proceso de adquisición sin interrupciones y con financiación “consistente”.
- Tecnología emergente: desarrollar una aeronave capaz de combinar carga estratégica, operabilidad táctica, baja firma, agilidad y alto volumen entraña riesgos tecnológicos, de coste y de desarrollo.
- Sostenimiento de flotas actuales: extender la vida útil del C-5M y del C-17A por décadas exige inversión en mantenimiento, modernización estructural, repuestos, etc., lo que incrementa la presión sobre el presupuesto de operaciones.
- Plazos de transición: el hecho de que el reemplazo completo del C-17A podría no comenzar hasta cerca de 2048 (cuando los primeros ejemplares tendrían ya ∼55 años) muestra lo complejo del ciclo logístico y operativo.
El plan de la USAF para la recapitalización de su flota de transporte estratégico marca una hoja de ruta de gran escala: reemplazar tanto el C-5M como el C-17A por una nueva plataforma única, con inicio de producción en 2038 y IOC en 2041, y mantener las plataformas actuales en servicio hasta, como mínimo, 2075. El enfoque de “dos tipos = uno” resuelve en buena medida la complejidad de múltiples flotas, pero acarrea riesgos financieros y tecnológicos que deberán gestionarse de forma diligente.
Para la comunidad de defensa europea, este programa reafirma la importancia de la movilidad estratégica estadounidense como un componente central de la arquitectura transatlántica. Al mismo tiempo, abre una ventana para la colaboración conjunta en la próxima generación de transporte pesado, desde el diseño industrial hasta la integración operativa.
Redacción
defensayseguridad.es

