El VCR 8×8 «Dragón»: crónica de un programa clave asediado por la crisis tecnológica y el rol de SAPA
Por J. Víctor Fauli

El Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8×8 «Dragón» representa el proyecto de modernización más ambicioso y esencial para el Ejército de Tierra español. Destinado a reemplazar a la obsoleta flota de BMR M1 y VEC M1, el Dragón busca proporcionar una plataforma digital, protegida y con alta movilidad. Sin embargo, a finales de 2025, el programa, gestionado por el consorcio Tess Defence (Indra, Sapa Placencia, Escribano Mechanical & Engineering, y Santa Bárbara Sistemas) y valorado en más de 2.500 millones de euros, se ha convertido en una crisis de fiabilidad y plazos. El proyecto requiere un 70% de participación de la industria nacional para garantizar la soberanía tecnológica, pero es precisamente la inmadurez del software de los componentes nacionales lo que ha provocado un bloqueo institucional.
I. La crisis tecnológica y el foco en SAPA Placencia

Foto: SAPA nuevas instalaciones de investigación y producción en Shelby Township, Detroit. 🇺🇲
La empresa vasca Sapa Placencia, responsable de liderar el desarrollo del grupo motopropulsor y la gestión de energía embarcada, se encuentra en el centro de la controversia.
- Fallos Críticos de Movilidad y Energía
Los problemas más graves y persistentes se localizan en los sistemas de Sapa, cuya causa raíz no es el diseño físico, sino la lógica de programación del software de seguridad:
• Fallo de la transmisión (SW624): El problema más reportado es que el sistema de transmisión salta inesperadamente al «modo seguridad» y pasa a punto muerto (neutro) durante las pruebas de alto estrés. Este comportamiento, impulsado por una lógica de software de protección excesivamente estricta o defectuosa, impide que el vehículo cumpla el requisito de rodadura de 2.000 kilómetros sin averías serias. El mayor reproche es que la implementación de este software inmaduro está anulando la potencia y fiabilidad de la plataforma.
- Fallo del Sistema de Energía Digital (SGE): Paralelamente, el software que controla la generación y gestión de energía a bordo activa protocolos de protección que provocan que las baterías dejen de cargarse.
• Consecuencias: La solución a estos fallos pasa por una compleja y prolongada depuración y reescritura del código para reajustar los umbrales de seguridad. Esta lentitud es la causa directa de que el programa de defensa más crítico de España esté bloqueado a finales de 2025.
B. Impacto en la integración y el combate
La inestabilidad del sistema de propulsión de Sapa tiene un efecto dominó que impide la certificación de otros subsistemas clave:
• Torre Guardian 30 (Escribano): La torre principal de la variante VCI ha presentado «reinicios ocasionales» durante la operación. Este fallo de estabilidad, aunque es responsabilidad de Escribano, no puede corregirse y validarse completamente mientras la plataforma motriz subyacente de Sapa sea inestable.

Foto: Tess Defence
- Integración Digital (Indra): El avanzado Sistema de Misión (BMS-VCR) de Indra no puede ser validado si los sensores y actuadores clave (propulsión y armamento) fallan, demostrando que la filosofía de arquitectura abierta del Dragón es vulnerable a la inmadurez del software de sus socios.
II. Consecuencias institucionales y la dualidad de SAPA
La crisis tecnológica ha provocado una desconfianza institucional sin precedentes y una controversia sobre la transparencia de Sapa.
- Reproches y presión ministerial: El Ejército de Tierra rechazó recibir los primeros vehículos a finales de 2024, simbolizando una desconfianza que llevó a la Ministra de Defensa, Margarita Robles, a reprender duramente a la cúpula de Indra amenazar con sanciones contractuales. Esta situación agudiza las acusaciones cruzadas dentro del consorcio, donde Indra culpa abiertamente a Sapa.
- El contrato de transmisiones «Next Gen» en EE. UU. (La cortina de humo): En un giro que generó un fuerte contraste, el jueves 9 de octubre de 2025 se produjo un fallo grave que paralizó las pruebas del Dragón. Al día siguiente, Sapa anunció un acuerdo masivo con General Dynamics Land Systems (GDLS). La empresa vasca ha sido seleccionada para suministrar el sistema de transmisión para los vehículos blindados de nueva generación del Ejército de los EE. UU. (programa XM30). El acuerdo, con potencial para suministrar hasta 7.000 unidades y un valor estimado de 5.000 millones de euros para Sapa, fue calificado por analistas como una «cortina de humo» diseñada para mitigar el desprestigio generado por el fracaso en el programa nacional.
Conclusión y reproche final: El doble escenario de Sapa subraya la principal paradoja del Dragón: su tecnología de transmisión de próxima generación es validada en el exigente mercado estadounidense, mientras que la implementación del software de ese mismo sistema bloquea la entrega del programa nacional. Esta crisis de integración, sumada a la carencia fundamental de un Sistema de Protección Activa (APS) —cuya contratación sigue pendiente, exponiendo al vehículo a una vulnerabilidad crítica en entornos A2/AD—, demuestra que el VCR 8×8 está fallando no por falta de voluntad, sino por la lentitud y el alto riesgo asociados a la compleja depuración del software de seguridad. Este bloqueo tecnológico ha generado una grave crisis de fiabilidad y credibilidad.
J. Víctor Fauli
defensayseguridad.es


4 respuestas
Ostras. Que todas las cortinas de humo sean como la de vender trasmisiónes a los EEUU por valor de 5000 millones de euros. Con respecto al APS, igual tiene que ver que se está apostando por un producto nacional en el que el radar lo aporta INDRA y su modelo NEMUS. Pero lo que nos importa. Se ha cancelado el DRAGÓN?. Porque os vinisteis arriba haciendoos eco del ultraodiador del Roberto Gutiérrez y todo apunta que esto sigue hacía adelante.
Buenos días, Majadero.
La información de que el Dragón se cancela nos la proporcionaron nuestras fuentes que, al igual que las de Roberto, aunque seguramente no tan relevantes como las suyas, fueron las que filtraron esa noticia durante el día de autos sobre el particular. Que sigue adelante es indudable en un sentido, como afirmamos en nuestra información, de hecho, rondarán el centenar las unidades que deben entregarse. Lo que vertimos fue que no pasará de ahí, aunque, como también dijimos, nos gustaría equivocarnos y que el Programa lograra reconducirse, cosa que dudamos. Efectivamente, nos mantenemos en que se cancela, con la obviedad que apuntamos. No sabemos cuándo se confirmará, pero no tenemos dudas. Si estamos errados, estaremos gustosos de rectificar, faltaría más… otra cosa es que nos equivoquemos, el Programa siga, y el producto sea, desgraciadamente, una monumental fiasco. En ese caso, nos habremos equivocado sólo en parte.
En cualquier caso, gracias por tus comentarios y por visitarnos. Entendemos perfectamente el cuestionamiento.
Un saludo.
Muchas gracias por vuestra respuesta. Esperemos que siga adelante y se solucionen de una vez esos problemas. Se está convirtiendo en odioso, pero no tenemos que olvidar, que depende las las brigadas sobre ruedas de el, ya que es el eje de la futura brigada 35.
No sé yo. Huele a campaña de odio contra SAPA por todos los costados.
Que no digo yo que está empresa no tenga culpa alguna. Pero hay afirmaciones sin sentido:
La torre de Escribano con cañón 30 mm no se puede validar porque la transmisión falla ¿Eh?? ¿Es que falla cada media hora, cada cien metros? ¿O falla solo de cuando en cuando?, lo cual es grave por sí mismo, pero no afectaría al desarrollo de la torre y la validación de su integración con el sistema de combate de Indra.
Precisamente en otro artículo reciente nos informaban aquí mismo que ese (la integración torres-sistema de combate) era uno de los fallos que tiene el Dragón.ahora eso ya no importa, o sí importa, no se puede acordar por culpa de la transmisión. No me cuadra.
Adicionalmente, se aprovecha para malmeter con lo del contrato norteamericano, comentando la supuesta opinión de analistas internacionales… pero resulta que una rápida búsqueda (incompleta sin duda por mi parte) desvela que la puesta en duda de ese contrato proviene de un medio español, OkDiario, cuya línea editorial es bien conocida.
Cierto que algo de verdad debe de haber ahí, pero ¿hasta que punto? Me refiero a que se dió a entender que iban a vender con total seguridad miles de transmisiones, cuando la realidad es algo más modesta: han sido elegidos para suministrar transmisiones con un potencial de 5000 unidades. Potencial y pedido en firme son cosas diferentes.
Ahora bien, una cosa es ese matiz y otra insinuar que es mentira del todo. A mí ya me parece un éxito la selección en estss circunstancias: si tan mal funcionan los productos de SAPA, ¿no lo debería de saber General Dynamics aquí y no debería chivarse a General Dynamics de allí? ¿No le habrá dicho más bien GDELS a su matriz norteamericana que la gente de SAPA es colaboradora y competente?
(De todas las maneras, las transmisiones de los vehículos sobre ruedas son diferentes a las de los vehículos con orugas. Puede que el fallo afecte a una variante, pero no a la otra).
En cualquier caso, viendo que el fallo de las transmisión es software, me quedo mucho más tranquilo que antes.
Es más, no me aparece motivo para cancelar el programa.
Sí que me parece motivo para no aceptar las unidades. Pero si esto que nos cuentan es verdad, ¿cómo es posible que se hayan aceptado las unidades de zapadores? ¿Es que llevan transmisiones diferentes? ¿En esas unidades no fallan?
Sinceramente, aquí hay demasiadas incoherencias, tanto de parte del ministerio de Defensa, como en este artículo en concreto.
Yo voy a hacer mi propia apuesta:
El programa Dragón no se cancela y mucho menos la Fase 1. A lo sumo, se revisan las unidades de la Fase 3, para las que de todas las maneras no había desglose por unidades. Y ahí, en lo que quede de esa tercera fase, se aprovechará para pedir a cambio MRAP JAIS 6×6 «Xerox» «de» Escribano para el transporte de soldados, modalidad que si no me equivoco no está prevista en las versiones de Dragón, lo cuál nos convertiría en una anomalía, pues los demás países usan unidades específicas para el transporte, típicamente en vehículo 6×6 o MRAP 6×6, pobremente armadas, en vez de llevar los soldados en vehículos de combate VCI 8×8 con cañón de 30 mm.