Australia ha cerrado un acuerdo estratégico con Japón para la adquisición de 11 fragatas multi-rol clase Mogami, por un monto aproximado de 6.500 millones de dólares estadounidenses.
Se trata del mayor contrato de exportación militar japonés desde la reforma de sus restricciones en 2014, y supone un avance significativo en la cooperación de defensa en el Indo-Pacífico.
La fragata Mogami, es obra de Mitsubishi Heavy Industries (MHI) en colaboración con Mitsui E&S Shipbuilding, y fue seleccionada tras un concurso internacional que incluyó ofertas de Alemania y Corea del Sur. La propuesta japonesa fue considerada superior por sus plazos de entrega más ajustados, su coste competitivo y su potencial de interoperabilidad con aliados como Estados Unidos. Cada unidad tendrá un desplazamiento de 4.800 toneladas, un alcance de hasta 10.000 millas náuticas y estará equipada con un sistema de lanzamiento vertical de 32 celdas, capaz de operar misiles SM-6 y Tomahawk.
Fragatas Mogami abarloadas. Foto: Armada japonesa.
Características de la Fragata Mogami Mejorada
Desplazamiento: 4.800 toneladas
Alcance: 10.000 millas náuticas
Sistema VLS: 32 celdas
Armamento: Misiles SM-2, SM-6, Tomahawk
Tripulación: 90 personas
Construcción: 3 unidades en Japón, 8 en Australia
Las 3 primeras fragatas se construirán en Japón, mientras que las 8 restantes serán ensambladas en Perth, Australia Occidental. Este esquema permitirá acelerar la entrega de las plataformas, asegurando su incorporación operativa antes de 2030, y fortalecerá la industria naval australiana con la generación de hasta 10.000 empleos especializados.
El acuerdo responde a la necesidad de reforzar la capacidad naval de Australia frente al desafío estratégico planteado por China en la región. Asimismo, refuerza la integración trilateral entre Australia, Japón y Estados Unidos, en coherencia con las iniciativas AUKUS y el Quad.
El gobierno australiano ha destacado que la decisión permitirá cuadruplicar la disponibilidad de buques de combate en esta década, garantizando la defensa de sus líneas marítimas y de su territorio. Mitsubishi Heavy Industries liderará la construcción con el respaldo de la industria local australiana, asegurando transferencia tecnológica y sostenimiento logístico a largo plazo.
El comunicado oficial del Gobierno de Australia dice lo siguiente: “La fragata Mogami mejorada ha sido seleccionada como la opción preferida para dotar a la Royal Australian Navy de nuevos buques de propósito general. Esta decisión permitirá disponer de unidades operativas en plazos acelerados, reforzando nuestra capacidad disuasoria en un entorno geoestratégico cada vez más complejo”.
El anuncio de la compra de las fragatas Mogami se produce en un contexto en el que la Royal Australian Navy enfrenta retrasos y sobrecostes en el desarrollo de la clase Hunter, una serie de nueve fragatas basadas en el diseño británico Type 26. Las dificultades técnicas y de integración de sistemas en el programa Hunter han llevado al gobierno a buscar soluciones que permitan dotar a la flota de nuevos buques de combate en plazos más cortos, de ahí la urgencia de incorporar plataformas como las Mogami.
Con la llegada de estas fragatas japonesas, la RAN se encamina a operar una flota con orígenes industriales diversos, que incluirá navíos construidos en Japón (Mogami-class), el Reino Unido (Hunter-class) y España (con los destructores de la clase Hobart basados en el diseño F-100 de Navantia y los LHD, «hermanos» del Juan Carlos I de la Armada). Esta variedad, probablemente obligada por las circunstancias, es reflejo tanto la flexibilidad de la estrategia de adquisición australiana como de la necesidad de adaptarse a los retos de un entorno estratégico cambiante y unas circunstancias no demasiado óptimas en cuanto a ciertos planes de adquisición.
El Viceprimer Ministro y Ministro de Defensa, Richard Marles, declaró: “La elección de la fragata Mogami no sólo garantiza capacidades superiores, sino que también demuestra el compromiso de Australia con la estabilidad del Indo-Pacífico. Este acuerdo fortalecerá nuestra flota y profundizará nuestra cooperación con Japón y Estados Unidos”.
Por su parte, el Ministro de Industria de Defensa, Pat Conroy, afirmó: “Este proyecto no solo incrementará la fuerza de combate de la Royal Australian Navy, sino que también generará miles de empleos y oportunidades para nuestra industria local. Es una decisión estratégica con beneficios inmediatos y a largo plazo para la seguridad nacional y la economía australiana”.
La RAN se prepara para escalar en capacidades, número de buques y cobertura de sus amplias responsabilidades marítimas.
Redacción
defensayseguridad.es