China intensifica su presión militar sobre Taiwán en medio de tensiones con Japón y amenazas a la estabilidad regional
Las Fuerzas Armadas chinas han iniciado, nuevamente, una serie de maniobras militares de gran envergadura alrededor de Taiwán, denominadas «Justice Mission 2025», que incluyen despliegues navales, aéreos y de misiles en zonas estratégicas del Estrecho de Taiwán y sus alrededores, en el habitual modus de presión de Pekín cada poco tiempo sobre Formosa. Estas operaciones, que abarcan patrullas de combate marítimo-aéreo, ensayos de bloqueos de puertos clave y ejercicios de denegación de acceso, consolidan la escalada en la agresividad de Pekín hacia la democracia taiwanesa, exacerbando las preocupaciones sobre la seguridad en el Indo-Pacífico.

Representación artística del título de los ejercicios militares chinos
El anuncio de estos ejercicios coincide con un escenario de crecientes fricciones entre China y Japón, particularmente intenso tras las declaraciones de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, quien en noviembre de 2025 afirmó que un bloqueo naval chino contra Taiwán podría considerarse una amenaza existencial para Japón, justificando una posible intervención de las Fuerzas de Autodefensa. Según informa el diario The Japan Times, las maniobras involucran restricciones en 5 zonas marítimas y aéreas, con participación de destructores, fragatas, cazas, bombarderos y drones, extendiéndose desde el norte hasta el suroeste del Estrecho de Taiwán. Estas acciones incluyen simulacros de ataques a objetivos terrestres y marítimos, así como fuego real, y se interpretan como una respuesta directa a las posturas japonesas, con zonas de exclusión que sellan rutas vitales como el Estrecho de Miyako y el Canal de Bashi, esenciales para la evacuación y el abastecimiento regional.
Desde la perspectiva oficial china, debidamente reflejada en el medio estatal Global Times, estos ejercicios se presentan como una «advertencia severa» a las fuerzas separatistas de Taiwán y a cualquier interferencia externa, enfatizando la defensa de la soberanía nacional y la unidad territorial. El portavoz del Comando del Teatro Oriental del Ejército Popular de Liberación, el coronel superior Shi Yi, describió las operaciones como medidas legítimas para salvaguardar la integridad china, aunque el artículo evita referencias directas a amenazas específicas contra Japón, centrándose en condenar ventas de armas estadounidenses a Taiwán valoradas en 11.100 millones de dólares. No obstante, la retórica acusa al gobierno taiwanés de colusión con potencias extranjeras, calificándolo de «destructor de la paz« y de «iniciador de guerras«, lo que revela el habitual tono intimidatorio que socava la independencia democrática de la isla.
La respuesta taiwanesa ha sido inmediata y, hasta donde les es posible, firme: la Oficina Presidencial condenó las maniobras como un desafío flagrante al orden internacional y a la estabilidad en el Estrecho de Taiwán, mientras que el Ministerio de Defensa las tildó de provocaciones irracionales, activando ejercicios de respuesta rápida y elevando el nivel de alerta militar. Esta dinámica ilustra cómo la asertividad china no sólo amenaza la democracia taiwanesa, al tratar a la isla como una provincia rebelde susceptible de unificación por la fuerza, sino que también genera inquietud en Japón, donde el conflicto en ciernes ya se ve como una potencial «emergencia» para su propia seguridad.

Buque de la PLAN abriendo fuego. Reuters
En un teatro regional cada vez más inestable, casi al punto de estallido, estas acciones chinas ponen de manifiesto de nuevo los riesgos para la libertad de navegación y el equilibrio en el Indo-Pacífico, donde la presión sobre Taiwán podría precipitar un conflicto más amplio. La preocupación sobre cómo Pekín responde a declaraciones diplomáticas con demostraciones de fuerza, priorizando la coerción sobre el diálogo y poniendo en jaque los principios democráticos que sustentan la región, subrayan un camino inequívoco en las pretensiones chinas, que no están dispuestas a relajarse lo más mínimo con respecto a Taiwán.
Redacción
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