Frialdad, evasivas y palabras vacías: el preocupante desdén institucional ante el futuro aéreo de la Armada resumido en una respuesta parlamentaria de muy baja ralea

En DYS tenemos por norma conductual infranqueable la necesidad de abordar los asuntos de defensa nacional con altura de miras, respeto institucional y sentido de Estado; no siempre lo conseguimos, pero procuramos no faltar a la inteligencia de nuestros lectores. La obviedad es que no todo el mundo se siente obligado de similar manera, faltaría más. Ejemplos los hay a diario, y las instituciones legislativas españolas no iban a ser una excepción. Hoy -como tantas veces atrás- ante la respuesta ofrecida por el Gobierno de España —a través de «alguien» del Ministerio de Defensa— a las preguntas formuladas en el Congreso sobre la paralización de la compra de cazas F-35 y el incierto relevo de los AV-8B Harrier de la Armada, no podemos sino manifestar una profunda desazón.
Las preguntas, formuladas con claridad por un grupo parlamentario -da igual cuál, porque no es de lo que se trata-, buscaban esclarecer cuestiones de vital trascendencia estratégica: ¿por qué se ha descartado el F-35B como reemplazo del Harrier?, ¿qué opciones se contemplan en el corto plazo para evitar una pérdida de capacidad de ala embarcada?, ¿qué horizonte temporal se maneja para garantizar una transición operativa?, ¿qué inversiones están previstas para prolongar la vida útil de los AV-8B si no se sustituirán de inmediato?
Una sola respuesta para mostrar la ausencia de credibilidad
No hay en el documento oficial -la respuesta- mención alguna al F-35, ni al Harrier, ni al buque Juan Carlos I, ni a los compromisos OTAN, ni al concepto de interoperabilidad con aliados, ni a los escenarios operativos en los que España se ve inmersa. En su lugar, se recurre a una declaración ideológica basada en “la reindustrialización nacional” y la priorización de pymes y startups, sin explicar cómo estas políticas resolverán, en el corto y medio plazo, el vacío de capacidades que se avecina.


Esta forma de proceder no sólo resulta insuficiente: constituye un desprecio institucional a las legítimas funciones de control parlamentario. Pero sobre todo, representa un desdén preocupante, intolerante, hacia la ciudadanía, hacia nuestras Fuerzas Armadas y hacia la propia seguridad nacional. La defensa no puede gestionarse con evasivas ni con silencios calculados, máxime en sede parlamentaria.
¿Dónde está el sentido de Estado?
La ausencia de respuestas técnicas, de elaborado carácter estratégico o presupuestarias, en un asunto de tal relevancia pone en evidencia la falta de un verdadero sentido de Estado en la sede de la soberanía nacional. El planeamiento militar requiere continuidad, visión a largo plazo y consenso político básico. Ningún país aliado de nuestro entorno toma decisiones sobre capacidades críticas como el ala embarcada sin un debate riguroso y abierto. Aquí, en cambio, se opta por el silencio envuelto en jerga burocrática.
¿Puede permitirse España el lujo de perder su única capacidad de combate aéreo embarcado sin un plan de relevo creíble? ¿Puede una Armada moderna, que expresamente desea seguir disponiendo de cazas embarcados, operar sin cazas embarcados? ¿Merece un asunto así ser solventado con un texto tan deliberadamente vacío?
Conclusión: una respuesta que falta al respeto
Creemos que los ciudadanos merecen respuestas claras y honestas sobre los asuntos que afectan a su seguridad. Los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas merecen certeza, visión y respaldo institucional. El Congreso merece respeto. Y España, como nación comprometida con su soberanía, merece una política de defensa coherente, técnica y estratégica. Parvulario es poco, para lo que hay que aguantar.
Las respuestas dadas no sólo no cumplen esos estándares: los socavan. Y esa es una señal alarmante del momento político que atravesamos. Lo mínimo que se le puede pedir a un gobierno democrático es que responda con rigor y altura a quienes ejercen legítimamente el control institucional. Lo demás, es propaganda.
Redacción
defensayseguridad.es


Un comentario
Tantas vueltas para decir que van a adquirir el KAAN copiando y pegando el contrato del Hürjet, en fin…