Suecia consolida su rearme: inversión en defensa alcanzará el 2,8 % del PIB en 2026 y superará el 3 % en 2028
Emblema del Gobierno de Suecia
El Gobierno sueco ha anunció ayer -15 de septiembre- un serio aumento en el presupuesto de defensa, continuando una nueva fase en su integración plena dentro de la estructura de seguridad euroatlántica. Desde su ingreso oficial en la OTAN, en marzo de 2024, Suecia ha acelerado una transformación estratégica de la Försvarsmakten, sus fuerzas armadas, con el objetivo no sólo de ganar en credibilidad con respecto de sus aliados, sino de responder a una situación de seguridad que las autoridades califican como “la más grave de las últimas décadas” (a raíz de la desestabilización de la frontera oriental de la OTAN).
En el marco del Proyecto de Ley de Presupuestos para 2026, el Ejecutivo propone un aumento de 26.600 millones de coronas suecas (unos 2.500 millones de euros) en las asignaciones de defensa, lo que representa un incremento del 18 % respecto al presupuesto de 2025. Este refuerzo sitúa el gasto en defensa en el 2,8 % del PIB para 2026, y se prevé que alcance el 3,1 % en 2028, conforme a los estándares de cálculo de la OTAN que Estocolmo ha hecho suyos. El objetivo declarado por el Gobierno es alcanzar el 3,5 % del PIB para 2030.
Este anuncio se produce en continuidad con los compromisos adquiridos por Suecia, al igual que el resto de miembros, desde la Cumbre de la OTAN en La Haya, celebrada en mayo pasado, donde Suecia reafirmó su voluntad de contribuir activamente a la disuasión y defensa colectiva de la Alianza. En aquella ocasión, el país se comprometió a incrementar la interoperabilidad con fuerzas aliadas, aumentar su stock estratégico de municiones y mejorar sus capacidades en el dominio aeroespacial y cibernético.
Rueda de prensa de Gobierno sueco y Partido Demócrata anunciando la inversión en Defensa
En el desglose del presupuesto presentado ahora, el aumento más significativo se dirige a no pocos aspectos de la defensa sueca, con 10.000 millones de coronas suecas adicionales, habiendo el Gobierno ha detallado un aumento en las inversiones para adquisición de material e instalaciones, que asciende a 4.700 millones de coronas el año próximo, con incrementos previstos de 6.700 millones en 2027 y 7.500 millones en 2028. La sostenibilidad del presupuesto a medio plazo parece asegurado, a tenor de los compromisos que se están adquiriendo. No hay que olvidar que Estocolmo ya hizo meses atrás ampliaciones de la dotación de defensa –rectificaciones de primavera-, sumando 1.200 millones de euros a lo prestablecido para el ejercicio 2025. Las nuevas aportaciones y confirmaciones para el año próximo consolidan el crecimiento de la inversión en defensa muy por encima que no pocos socios de la Alianza.
Las Fuerzas Armadas Suecas verán ampliadas sus capacidades en todas las ramas: en el Ejército se adquirirán sistemas de defensa aérea, artillería de cohetes, municiones y vehículos de combate; la Marina incorporará nuevos buques de combate de superficie y otras plataformas navales; la Fuerza Aérea sumará aviones de transporte táctico y mejorará su capacidad de combate de largo alcance.
El Ejecutivo también ha puesto el foco en el personal militar. Se propone un aumento de la asignación diaria para los reclutas, de forma que un soldado en servicio de defensa total recibirá 200 coronas suecas por día, lo que implica un incremento mensual de 1.620 coronas (un aumento de salario de unos 150 euros al mes). Para los cadetes aspirantes a oficiales, la compensación diaria pasará de 175 a 240 coronas, lo que supone 1.950 coronas mensuales adicionales (unos 175 euros más al mes). Para financiar estas mejoras, se destinarán 338 millones de coronas suecas en 2026, con aumentos posteriores.
El desarrollo de capacidades humanas se complementará con una expansión institucional. La Agencia Sueca de Reclutamiento y Evaluación de Defensa verá aumentadas sus asignaciones para desarrollar nuevos sistemas de selección y preparación, así como para reforzar el servicio civil. Entre 2026 y 2028, se asignarán 42,4 millones de coronas suecas para estos fines.
En medio del gran monto inversor en sistemas, es de agradecer que algunos gobiernos fijen sus prioridades también en la mejora de las condiciones salariales y laborales de la tropa profesional, generalmente lastrada en lo presupuestario de manera importante y sufridora silente.
En el plano industrial, el Gobierno buscará consolidar una base tecnológica nacional sólida, para lo que se invertirán importantes cantidades anuales a partir de 2026 en el desarrollo de material, y se establecerá una nueva oficina para la cooperación industrial en defensa en 2026. Asimismo, se creará una unidad de innovación dentro de la Agencia Sueca de Investigación de Defensa.
El paquete presupuestario otorga solvencia y credibilidad a Suecia, sobre todo porque también es fruto de un acuerdo con los Demócratas de la oposición. Para Estocolmo, representa el refuerzo más ambicioso desde la Guerra Fría y marca un cambio doctrinal profundo. Suecia abandonó definitivamente su antigua política de no alineamiento militar cuando ingresó en la OTAN y ahora, como un miembro más, se posiciona como actor plenamente integrado y comprometido con los objetivos estratégicos de la OTAN, en uno de los escenarios donde más se requiere de decisión, disponibilidad y determinación.
Redacción
defensayseguridad.es