Especulaciones sobre el refuerzo tecnológico
La botadura de la Bonifaz. Foto: Navantia
La reciente aprobación (publicada el día de ayer) de una modificación presupuestaria de 443,6 millones de euros para las cinco futuras fragatas F-110 de la Armada Española ha disparado las elucubraciones en el ámbito de la defensa. Aunque la versión oficial apunta a la necesidad de cubrir «mejoras técnicas», «consecuencias imprevistas» durante la fase de diseño y la necesidad de «hacer frente a las necesidades de la armada», el elevado monto invita a la especulación sobre qué sistemas y capacidades serán los afortunados beneficiarios de este significativo refuerzo económico.
El programa F-110 ya es un ambicioso proyecto de escoltas multipropósito con vocación de última generación. Los 440 millones no solo compensarían la inflación o ajustes de costes, sino que muy probablemente permitirán la integración o potenciación de equipos que la armada considera ya irrenunciables frente a las amenazas de 2035 y más allá.
Así que vamos a realizar algunos ejercicios de especulación de a dónde podría ir dicho monto.
El gran beneficiado: sensores y guerra electrónica
Una de las áreas donde el gasto extra podría tener un impacto crucial es en la guerra electrónica (EW) y los sistemas de detección. Las F-110 ya contaban con el mástil integrado y el radar principal S-band, pero la evolución constante de las amenazas requiere de una capacidad de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) superior.
- Potenciación del radar/EW: podría destinarse una parte significativa a mejorar el alcance, la resolución y las capacidades de procesamiento de señales del suite de guerra electrónica. En las redes sociales se ha rumoreado la posible incorporación de sistemas activos de defensa adicionales para contrarrestar misiles avanzados, siguiendo la línea de lo ya previsto para las F-100.
- Contramedidas de última generación (ECM): asegurar la supervivencia en escenarios de alta intensidad pasa por disponer de los mejores sistemas de contramedidas electrónicas. Los 440 millones permitirían integrar los módulos más avanzados, quizá ampliando la cobertura de banda y la capacidad de engaño activo.
Más ‘pegada’: armamento de larga distancia y defensa
Aunque el diseño inicial establece un armamento potente, el entorno operativo exige cada vez más «alcance y permanencia» de la amenaza neutralizada.
- Ampliación de celdas VLS: la especulación más recurrente en foros especializados es si una parte del dinero podría ir a la ampliación del número de celdas VLS (sistema de lanzamiento vertical). Más celdas implican mayor capacidad de misiles de defensa aérea (SM-2, ESSM) y, crucialmente, la posibilidad de integrar misiles de ataque a tierra o antibuque de mayor tamaño o cantidad.
- Integración de armamento futuro: el desarrollo de la tecnología hipersónica y de nuevos misiles anti-buque europeos podría acelerar la necesidad de adaptar las fragatas desde su construcción. Este extra presupuestario podría asegurar la compatibilidad con municiones aún en desarrollo o en fase de incorporación.
- Sistemas CIWS: otro de lo posiblemente indicado sería la integración de sistemas de defensa de punto o CIWS, algo de lo que carecen nuestros buques de la armada y del que aún no hay definido qué tipo de sistema se implementaría, ya que al parecer la armada busca más un sistema de misiles más que de cañón, y predominando un sistema con el misil Mistral 3 integrado, aunque no hay algo definitivo todavía.
El factor no tripulado: más capacidad para UUV/UAV
La F-110 se concibe con una zona de misión flexible o multi-mission space que permite la operación de vehículos no tripulados (UUVs submarinos, USVs de superficie y UAVs aéreos).
- Sistemas de recuperación y despliegue avanzados: un foco del gasto podría ser dotar a las fragatas de sistemas de manejo, lanzamiento y recuperación de vehículos no tripulados más sofisticados y automatizados. Esto incluye el hangar secundario o la mejora de los sistemas de lanzamiento y control. La capacidad ASW (guerra antisubmarina) se vería muy beneficiada por UUVs de detección y rastreo más avanzados.
- Drones específicos: la compra de un lote de vehículos no tripulados específicos y de altas prestaciones, o la adaptación de los sistemas de la fragata para operarlos eficazmente, podría consumir una parte del aumento.
El ‘gemelo digital’ y la ciberseguridad
El programa F-110 es pionero en el uso de la tecnología de «gemelo digital», una réplica virtual que permite simular operaciones y mantenimiento.
- Fortificación de la ciberseguridad: dado el entorno actual de amenazas híbridas, reforzar la protección del sistema integrado de control de plataforma (SICP) y el sistema de combate (SCOMBA-F), para blindarlos contra ataques cibernéticos, es una prioridad crítica y costosa que podría justificar el sobrecoste.
- Mejoras en el ISS y propulsión: el sistema integrado de servicios (ISS) y la propulsión híbrida (CODLAG) ya son innovadores, pero ajustes de última hora para optimizar el rendimiento energético o la resiliencia en combate también encajarían en la descripción de «mejoras técnicas e imprevistos».
Estamos encantados de pedir opiniones a nuestros lectores Y tú, ¿qué piensas que podría ocurrir, coincide alguna de tus especulaciones con lo aquí expuesto?
Roberto Escámez
defensayseguridad.es
Un comentario
Pero es que nosotros no funcionamos así:
De los 160/180 mill que costaron los 6 primeros Bam a los 360 mill , ah si,que dijeron que eran Asw y luego se han quedado !!!que llevan una » preinstalacion para Sonar».720 mill por dos.
El Bac Cantabria mejorado en 2022 aparecían 400 mill y alguno decía es caro pero ahora es lo que hay.Dos años después 700 mill por un Bac Cantabria mejorado y punto.
Luego las F110 que serán como y exactamente iguales a como se planifico y punto.Cambiar a 32 Vls implica modificación de casco y esto es para las 2 flight que tendrán algo más de desplazamiento
Nosotros funcionamos así y es lo que hay.