GREYSHARK™: La vanguardia de la autonomía submarina en dominios disputados

En el opaco teatro de las operaciones marítimas contemporáneas, el escenario más híbrido posible donde comienzan a medirse tanto amenazas emergentes como infraestructuras vitales, los alemanes presentan un nuevo dispositivo: el GREYSHARK™, en muchos aspectos, paradigma de innovación. Desarrollado por EUROATLAS, este vehículo submarino autónomo (AUV, por sus siglas en inglés) no es meramente un instrumento técnico, sino un nodo esencial en la arquitectura de la disuasión integrada.
Con una resistencia sin precedentes de hasta 16 semanas, el GREYSHARK™ redefine las capacidades navales, permitiendo misiones transoceánicas sin necesidad de recuperación o reabastecimiento. Su diseño, orientado a la eficiencia costo-beneficio y la adaptabilidad modular, responde a la evolución de los conflictos híbridos: desde la vulnerabilidad de cables de comunicación submarinos hasta el patrullaje en zonas disputadas, por lo que hablamos de prácticamente todo el espectro de operaciones susceptibles de enfrentarse en el medio submarino. Se trata de un AUV que quiere ser un multiplicador de fuerza, fusionando furtividad, inteligencia artificial e interoperabilidad para proyectar poder sin exponer activos tripulados.
El GREYSHARK, en línea con lo que habrá de ser la mayor parte de desarrollos en este segmento, destaca por su arquitectura biomimética y sigilosa, concebida para minimizar firmas detectables en entornos hostiles. Su casco inundado reduce la sección transversal sonar, mientras que la construcción compuesta de bajo contenido metálico atenúa la firma electromagnética. La forma bioinspirada, combinada con una propulsión eléctrica silenciosa, asegura una visibilidad acústica e hidrodinámica ultrabaja, convirtiéndolo en un depredador invisible en aguas disputadas.

Estas características no son ornamentales; responden a la rigurosa exigencia de supervivencia en escenarios de alta amenaza, como el Báltico o rutas comerciales críticas. En términos operativos, su velocidad máxima supera los 12 nudos, con una velocidad de crucero de hasta 10 nudos, lo que le confiere una respuesta rápida y una llegada temprana a zonas de interés. Su alcance es igualmente impresionante: más de 1.100 millas náuticas a 10 nudos, extendiéndose a 10.700 millas náuticas a 4 nudos. Esta autonomía logística transforma misiones puntuales en campañas sostenidas, liberando recursos humanos y plataformas tripuladas para roles de alto valor.
La propulsión eléctrica, núcleo de su eficiencia, se integra con un ecosistema de navegación de vanguardia. Equipado con un Sistema de Navegación Inercial de Largo Alcance (INS), un Registrador de Velocidad Doppler (DVL) y un Sistema de Posicionamiento Satelital Endurecido contra Pulsos Electromagnéticos (GNSS), el GREYSHARK™ mantiene precisión en entornos degradados.
La comunicación externa, alojada en un periscopio retráctil, abarca radio táctico militar, satélite y acústica submarina encriptada, facilitando la integración en enjambres colaborativos. Sus sensores forman un arsenal multifacético: el Arreglo de Sensores Electromagnéticos (EMSA) detecta anomalías magnéticas; el Sonar de Barrido Lateral de Apertura Sintética (SAS) y el Ecobatímetro Multihaz (MBES) generan mapas batimétricos de alta resolución; el Sonar Multihaz de Mirada Frontal (FLS) y el Sistema de Imagen y Medición Láser (LIMS) permiten inspecciones detalladas de infraestructuras.
Sensores pasivos y activos acústicos, junto con medidores de velocidad del sonido (SVS), profundidad (DS) y temperatura (TS), aseguran datos contextuales precisos. Esta instrumentación no solo recopila inteligencia, sino que la procesa en tiempo real mediante algoritmos de Inteligencia Artificial (IA) para Reconocimiento Automático de Objetivos (ATR), Evitación de Colisiones y Obstáculos (CAS/OAS) y Ajustes Dinámicos de Misión, adaptando trayectorias ante amenazas imprevistas.

Con tales argumentos, las misiones del GREYSHARK abarcan un espectro amplio, desde la vigilancia proactiva hasta la disuasión activa, siempre bajo niveles elevados de autonomía. En el monitoreo de infraestructuras críticas submarinas —como gasoductos, plataformas offshore o cables de fibra óptica—, realiza sondeos de alta resolución con detección automática de cambios, siguiendo tuberías y alertando sobre corrosión, daños o intrusiones no autorizadas.
Capaz de rastrear y disuadir activos hostiles de guerra bentónica, opera en zonas de riesgo sin comprometer buzos humanos. Para Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento (ISR) de largo alcance, proporciona cobertura encubierta, categorizando comportamientos de buques y emitiendo alertas inmediatas sobre eventos de seguridad, todo ello en modo sigiloso para mapear amenazas persistentes.
En el patrullaje de aguas territoriales, detecta y sigue objetos hostiles —sensores, efectores o vehículos—, mapeando áreas para conciencia operativa y escalando a funciones de enjambre para escoltar submarinos, fragatas o mercantes, o incluso actuando como señuelo para desviar atención enemiga. Finalmente, en Contramedidas de Minas (MCM), localiza campos minados, transmite datos en vivo y clasifica amenazas con precisión, reduciendo el tiempo de respuesta en carriles marítimos vitales.
La interoperabilidad del GREYSHARK lo lleva más allá de la mera ejecución autónoma: como nodo en un «sistema de sistemas» naval, se conecta a infraestructuras de nube de combate, habilitando colaboración multidominio con fuerzas aéreas y terrestres.
Su capacidad de enjambre permite ejecución distribuida de tareas, compartiendo datos en tiempo real para una imagen operativa unificada. En entornos operacionales como canales, puertos o costas, su diseño escalable y personalizable asegura versatilidad, desde despliegues individuales hasta formaciones coordinadas. La IA a bordo no solo mitiga riesgos —mediante evitación proactiva—, sino que optimiza la eficiencia, minimizando exposición y maximizando el retorno estratégico.

En síntesis, el GREYSHARK es, además de un evidente avance tecnológico, una herramienta de soberanía marítima; es lo que se espera en estos desarrollos: una multiusos, un conjunto amplio de capacidades, sensores, resistencia, autonomía y fiabilidad.
Imágenes de Euroatlas
Redacción
defensayseguridad.es


Un comentario
Un aparato impresionante , y de momento sin armar …