España refuerza su capacidad aérea con una nueva pequeña partida de misiles AIM-120 AMRAAM

Carga de misiles AMRAAM. Foto: EA
El Consejo de Ministros ha dado luz verde a la séptima enmienda del contrato para la adquisición y soporte de integración del misil aire-aire de medio alcance AIM-120C-7 AMRAAM, fabricado por Raytheon, con un importe de 63 millones de euros. La operación forma parte de un ambicioso paquete de inversiones en Defensa que supera los 6.282 millones de euros, y que incluye desde helicópteros ligeros hasta vehículos anfibios y sistemas de ciberdefensa.
El misil AIM-120C-7, conocido como “el mata-MiG” en ambientes operativos, es la versión más avanzada del AMRAAM actualmente en servicio. Con un alcance efectivo superior a los 100 kilómetros, guiado por radar activo y con capacidad “dispara y olvida”, constituye el arma principal de combate más allá del alcance visual (BVR) para los Eurofighter Typhoon del Ala 11 y Ala 14, los F/A-18 Hornet del Ala 12 y Ala 46, y los Harrier II Plus de la Flotilla de Aeronaves de la Armada. Además, el mismo misil es empleado en configuración tierra-aire por las baterías NASAMS del Ejército de Tierra y la Infantería de Marina.

EL NASAMS, otro de los sistemas de armas que operan con el AMRAAM
Fuentes del Ministerio de Defensa destacan que esta nueva remesa no sólo repone stocks consumidos en ejercicios y misiones reales, sino que permite mantener el nivel mínimo de reserva exigido por la OTAN y garantizar la interoperabilidad con los aliados en escenarios de alta intensidad. La operación se enmarca en la estrategia de renovación progresiva de arsenales iniciada en 2022, cuando España adquirió un primer lote de 92 unidades, seguido de otro de 68 misiles en 2023. En cualquier caso, pensamos que es necesario escalar desde ese «nivel mínimo exigido»; no es de recibo contentarse siempre con el aprobado cuando las circunstancias invitan a disponer de arsenales más que suficientes.
El contrato, que incluye soporte logístico y asistencia técnica hasta noviembre de 2035, refuerza la capacidad disuasoria de las Fuerzas Armadas en un entorno geopolítico marcado por la creciente tensión en el flanco este de Europa y el Mediterráneo. Con esta adquisición, España sostiene y aumenta parte de su armamento de última generación, pero, para asegurar la superioridad aérea en los, por ejemplo, próximos 15 años, se necesitarán, como decimos, números más generosos.
Redacción
defensayseguridad.es

