Tayfun: el nuevo misil balístico turco consolida la ambición estratégica de Roketsan y del Gobierno turco.

Lanzamiento del misil Tayfun, en octubre de 2022. Foto: Muhittin Sandikçi-Anadolu
Turquía volverá a colocarse en el centro del mapa armamentístico regional e internacional tras la presentación oficial, que tendrá lugar en la Feria IDEF2025, del misil balístico Tayfun, desarrollado por Roketsan y probado con éxito por primera vez en octubre de 2022. El nuevo misil, cuya existencia se mantuvo en secreto durante su fase de desarrollo, ha despertado gran atención internacional por sus prestaciones, alcance y potencial impacto estratégico.
El salto desde el BORA
El Tayfun es la evolución natural del BORA, un misil balístico de corto alcance que Roketsan comenzó a desarrollar hace más de una década y que desde entonces ha sido utilizado operativamente por las Fuerzas Armadas turcas. El BORA tiene un alcance estimado de 280 km, compatible con las limitaciones del régimen del MTCR (Régimen de Control de Tecnología de Misiles), al que Turquía no está formalmente adscrita, lo que ha facilitado su exportación y desarrollo sin restricciones multilaterales.
Ahora, la aparición del Tayfun supone un salto cualitativo. No sólo amplía su alcance hasta cifras cercanas a los 1.000 kilómetros -según algunas estimaciones no oficiales-, sino que introduce mejoras en guiado, protección contra interferencias y capacidad de penetración en defensas antimisil. Además, se ha informado de que alcanza velocidades cercanas a Mach 5.5, lo que lo situaría en el umbral de la clasificación hipersónica. Esta tecnología misilística, con ser incipiente, ya ha demostrado estar a la altura de otros fabricantes occidentales y asiáticos.
Características técnicas
Según el catálogo oficial de Roketsan de 2024, el Tayfun es un misil balístico de lanzamiento terrestre con sistema de guiado INS/GPS y opción de corrección terminal. Su lanzador móvil sobre chasis 8×8 ofrece gran movilidad y flexibilidad estratégica. El misil puede ser empleado contra todo tipo de objetivos estratégicos -centros logísticos, infraestructura crítica, bases aéreas o centros de mando-.
-Alcance estimado: entre 600 y 1.000 km
-Velocidad: superior a Mach 5
-Precisión: <10 m CEP (error circular probable)
-Sistema de guiado: INS/GPS con capacidad de corrección terminal
-Plataforma de lanzamiento: camión móvil 8×8 multiuso
-Carga de combate: cabeza de alto poder explosivo (HE)
Además, su diseño incorpora elementos de sección reducida al radar, dando cierto carácter furtivo, y trayectorias variables que dificultan su detección e intercepción, algo que busca hacerlo capaz de enfrentarse a sistemas muy avanzados, cuyos exponentes occidentales, los Patriot o SAMP/T, han debido, sin duda, de ser una desafiante “inspiración” para el fabricante.

Carga de misiles Tayfun. Foto: Roketsan
En medio de una de las zonas más calientes del planeta, y embarcada en operaciones fuera de sus fronteras con inusitada asiduidad, el Tayfun otorga a Turquía algo más que un desarrollo técnico notable, dotándola de una herramienta geoestratégica de primer orden. El primer lanzamiento -en octubre de 2022-, realizado desde la ciudad de Rize (mar Negro), impactó a unos 560 km de distancia sobre el mar, un alcance muy superior al del BORA. Este hecho se produjo en pleno periodo de tensiones con Grecia y tras varias declaraciones de Ankara subrayando su autonomía en materia de defensa.
Turquía busca, y encuentra, consolidar su independencia estratégica respecto a proveedores tradicionales de armamento y reforzar su posición regional en un momento de creciente competencia en el Mediterráneo oriental. El Tayfun no es más que otro de los sistemas y proyectos que Turquía parece desarrollar con inusitada facilidad, y se suma a otros desarrollos nacionales como el sistema de defensa antiaérea Siper, el dron Akinci y el caza nacional KAAN, el caza de entrenamiento avanzado Hürjet -de especial interés para España y del que podría concretarse la firma de un acuerdo con el Ejército del Aire y del Espacio en IDEF2025-.
Roketsan
El fabricante de Ankara, desde su fundación en 1988, ha evolucionado desde un sencillo fabricante de cohetes de artillería a uno de los principales desarrolladores de sistemas de guiado, misiles balísticos y armamento de alta tecnología de Europa y Asia. El desarrollo del Tayfun confirma su capacidad para operar en los niveles más altos del espectro balístico convencional y, como antes decíamos, le capacita para disputar contratos internacionales con los que ya son productos de primera línea del mercado. Sin demasiado ruido, la compañía ha sido capaz de construir una gama coherente y escalonada de sistemas que incluyen no pocos recursos para cubrir un espectro generoso de la guerra:
TRG-122 y TRG-230: cohetes de artillería de guiado de corto alcance.
BORA y BORA-2: misiles balísticos de corto alcance.
KARAOK y OMTAS: misiles anticarro portátiles y lanzados desde vehículos.
Cirit y UMTAS: municiones guiadas para helicópteros y drones.
El Tayfun entraría en el círculo de capacidades que tradicionalmente sólo poseen potencias con tecnología balística consolidada, como Estados Unidos, Rusia, China, e incluso Corea del Norte o Irán. El misil ya sitúa a Turquía en una posición táctica de ventaja en su entorno inmediato. Para disgusto de los griegos, con quienes nunca terminan de cerrar rencillas, puede cubrir la totalidad de su territorio desde su costa occidental, además de poder alcanzar objetivos clave en Oriente Medio, el mar Negro o incluso el Caucaso. Aunque Ankara insiste en el uso defensivo y disuasorio del sistema, el mensaje implícito a sus vecinos y a la propia OTAN es claro: la dependencia externa de los turcos está pronta a finalizar, al menos en no pocos sistemas de armas.
El Tayfun es, para Ankara, algo más que un misil, porque representa la culminación de una estrategia sostenida de independencia tecnológica y fortalecimiento militar acelerado. Una estrategia vehemente que no puede contemplarse sino con cierto grado de envidia, habida cuenta de los logros conseguidos por la industria turca en poco más de 10 ó 15 años. Supone, además, una declaración de intenciones: Ankara no quiere estar al margen del juego de poder regional, sino ocupar una posición central en el equilibrio de fuerzas; un equilibrio que ha caído claramente de su lado de la balanza en el escenario estratégico industrial de Oriente Medio y Próximo.
Jorge Ebujez
defensayseguridad.es

